Ya sabía que los PRI-nosáuricos se habían conchabado a los minipartidos de su coalición en el Edomex (Nueva Alianza, Socialdemócrata y PVEM) para que registraran a militantes priístas como sus candidatos a diputados plurinominales, ello con el fin de apañarse la mayoría en el Congreso local. Y ahora me he enterado de los detalles del chanchullo: no es más que una simple transaacción de negocios.La cosa va así: la chiquillada aceptó “sacrificar” sus candidaturas a cambio de dinero para los próximos tres años. De esta manera, los saurios cederán el 11.5% de sus prerrogativas al Panal, otro 5.5% al Verde Ecologista y un 4% para el Socialdemócrata.
Es un negocio en el que todos salen ganones, salvo los electores. Los chiquillos, que no tenían posibilidades de ganar las plurinominales por si solos, obtienen una lana prácticamente gratis. Por su parte, los dinos amarran el control del Congreso y recuperan el terreno perdido en 2006, cuando el Verde Ecologista se los chamaqueó: pactaron con el PVEM cederle curules de representación proporcional, con lo que el minipartido obtuvo 8 plazas sin gastar un centavo en campañas, mientras los saurios quedaron relegados a la tercera posición en el estado. Y luego dicen que la experiencia no cuenta…
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