lunes, 11 de mayo de 2009

Una traducción

En México, para saber la verdad de lo que dicen los políticos dinosáuricos, hay que leer sus declaraciones entre líneas. En un intento, bastante infructuoso, para bajar las aguas agitadas por el libro de Carlos Ahumada, Derecho de réplica, el líder del Movimiento Territorial del PRI, Carlos Flores Rico, negó que las revelaciones del empresario argentino puedan afectar las campañas de sus candidatos.

Flores Rico también sostuvo que Ahumada tiene poca credibilidad y minimizó la amenaza del PRD de interponer una demanda contra el babysaurio Enrique Peña Nieto, aunque admitió que se deben investigar sus afirmaciones.

Eso es lo que dijo. Lo que debe entenderse es que una investigación del caso es más que probable, que esa investigación bien podría perjudicar a sus candidatos y al hijo predilecto del saurismo y que en realidad se les hacen de yoyo los calzones ante una demanda contra Peña Nieto. Cuestión de enfoques (y de intereses partidistas).

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