sábado, 16 de mayo de 2009

Agarrados in fraganti

Lo que para algunos es una denuncia contra la corrupción, para otros es un plan fraguado para minar su prestigio. La Auditoria Superior de Nuevo León encontró varias anomalías en las cuentas del dinogobernador Natividad González Parás. Sin embargo, para los PRI-nosaurios, estos hallazgos están relacionados con un supuesto plan electoral del PAN para vincular a sus huestes en actos de corrupción.

Para mí, el problema no es si la fiscalización de las cuentas priístas se dan en tiempos electorales: el problema son las irregularidades. De veras que la actitud de los saurios no tiene madre: reaccionan como el raterillo que se escandaliza porque fue atrapado con las manos en la masa.

¿Qué quieren los dinos? ¿Qué sus cochinadas permanezcan en secreto hasta después de las elecciones para que los votantes no se enteren de lo que son capaces de hacer? ¿O pretenden que la Auditoria y los legisladores que deben revisar las cuentas dejen de hacer su trabajo?

Por lo visto, los PRI-nosaurios se olvidan que la ley debe aplicarse a todos a rajatabla y sin excepciones. Supongo que su reacción obedece a la fuerza de la costumbre: cargan sobre sus hombros años de hacer justicia de manera selectiva, por lo que reclaman estupideces cuando los cachan en la movida.

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