La rebatinga entre saurios por una candidatura en San Luís Potosí está de a peso. Encabronados porque no los consideraron para la lista de diputados plurinominales (las postulaciones más cómodas puesto que no tienes que darle la cara al electorado), unos 50 militantes de la corriente Priísmo Histórico Renovado (gulp, el nombrecito da ñañaras) rompieron con el partidazo.
Su disgusto no obedece a la dedofilia que tanto gusta a los dinos para designar a sus candidatos. Su enojo es porque el dedo no les tocó a ellos. Y tienen razón en quejarse porque la democracia pasa por el concepto de igualdad: todos por el dedo y el dedo para todos, ¿o no?
Su disgusto no obedece a la dedofilia que tanto gusta a los dinos para designar a sus candidatos. Su enojo es porque el dedo no les tocó a ellos. Y tienen razón en quejarse porque la democracia pasa por el concepto de igualdad: todos por el dedo y el dedo para todos, ¿o no?
Los dinosaurios políticos todavía creen que levantando el dedo y señalar a cualquier persona puedan continuar con el poder dentro del país. No creo que a estas alturas en México y con el gran cambio que se produjo en el 2000 se vuelva al pasado.
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