Dicen por ahí que los babysaurios priístas, como el “hermoso” Enrique Peña Nieto, están enamorados de su imagen. ¿Será? Veamos.
Al prender el televisor hoy por la mañana aparecieron los spots del PRI. En todos se muestran sonrientes caras de bebesaurios, que se caracterizan por hacerse pasar por corderitos con ideas novedosas y jóvenes, cuando en realidad son más viejas que la corrupta Elba Esther Gordillo.
Uno de sus primeros balbuceos fue: “No vamos a permitir que la política divida al país”. Pero a estos hermosos babysaurios los traiciona su narcisismo. ¿Por qué? Les urgía tanto mostrar sus lindos rostros de corderitos en la televisión que rechazaron la propuesta del PAN de posponer las campañas hasta el 11 de mayo por la emergencia sanitaria. Y sólo después de mucho tiempo, su ego les permitió aceptar la propuesta del PAN para ceder parte de sus tiempos electorales a la difusión de los mensajes sobre la influenza.
Vaya que es cierto el mito: después de que los babysaurios se ven en un espejo quedan enamorado de su imagen.
Al prender el televisor hoy por la mañana aparecieron los spots del PRI. En todos se muestran sonrientes caras de bebesaurios, que se caracterizan por hacerse pasar por corderitos con ideas novedosas y jóvenes, cuando en realidad son más viejas que la corrupta Elba Esther Gordillo.
Uno de sus primeros balbuceos fue: “No vamos a permitir que la política divida al país”. Pero a estos hermosos babysaurios los traiciona su narcisismo. ¿Por qué? Les urgía tanto mostrar sus lindos rostros de corderitos en la televisión que rechazaron la propuesta del PAN de posponer las campañas hasta el 11 de mayo por la emergencia sanitaria. Y sólo después de mucho tiempo, su ego les permitió aceptar la propuesta del PAN para ceder parte de sus tiempos electorales a la difusión de los mensajes sobre la influenza.
Vaya que es cierto el mito: después de que los babysaurios se ven en un espejo quedan enamorado de su imagen.
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