viernes, 22 de mayo de 2009

Algo traman

El cónclave que los PRI-nosaurios organizaron ante la estrategia electoral del PAN ya acabó y todo quedó en una llamarada de petate… al menos por el momento. La reunión de la jefatura dinosáurica en Toluca suscitó curiosidad por saber cuál será su respuesta, sobre todo ante las críticas lanzadas contra el orgullo de todos los reptiles, Enrique Peña Nieto. Pero no sucedió nada, aparentemente.

La sauria mayor, Beatriz Paredes, tan sólo acusó una elección de Estado –su reclamo favorito desde que perdieron la presidencia- y denunció que quienes recurren a la guerra sucia electoral perderán la confianza por “desnaturalizar la democracia” (si, como no. Como si la democracia fuera una de sus preocupaciones).

Pero no hay que confiarse. Los dinos están emparentados con las serpientes. Y al igual que muchas especies de esos arrastrados bichos, cuando están quietos es cuando más peligrosos son: usando el sigilo como arma, dan la impresión de que no se mueven y cuando menos se lo espera uno, suena el cascabel y ¡zás!, se engullen a su víctima, en este caso, las elecciones. Porque la verdad, me niego a creer que Paredes y 14 de los 18 dinogobernadores sostuvieron una reunión tan sólo para emitir declaraciones tan débiles e insulsas. Algo acordaron, algo traman y aventuro que no es nada bueno para esa democracia que aseguran amar.

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