lunes, 18 de mayo de 2009

Toro sin cuernos

El dinopartido sufrió un serio revés en Nuevo León, luego de que el gallo a gobernador del estado fuera desplumado por el abanderado panista, Fernando Elizondo. Tras el debate entre Elizondo y el aspirante del PRIsaurismo, Rodrigo Medina, organizado por el diario El Norte, la evaluación de los consejeros ciudadanos del periódico fue contundente: el 74% afirmó que el panista ganó.

Pero hay que admitir que fue una victorias sin mérito: el dino se chingó solito. Ahí va un ejemplo: mientras Elizondo -quien fuera gobernador substituto de la entidad entre 1997 y 2003- expuso que en materia de deuda, él recibió un estado en quiebra y dejó unas finanzas sanas cuando dejó el cargo, su rival tan sólo atinó a decir que la deuda “no es necesariamente mala” (claro, como el muy hijo de la chingada no paga nada, pues no le duele).

La puntilla la propinó Elizondo cuando le pidieron señalar las debilidades de su adversario, lo que aprovechó para lanzarse a matar, como los buenos maestros del ruedo: adelantó que si Medina gana las elecciones, su actuación como gobernador estará supeditada al sistema PRI-nosáurico y a las órdenes del actual gobernador, Natividad González Parás.

Con esto, Elizondo, se llevó el aplauso del respetable… así como las dos orejas y el rabo. ¡Olé, Matador!

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