Conformé más leo periódicos, más me convenzo de que la política mexicana es una marranada. Ahora las primeras planas se ocupan de las porquerías del empresario argentino Carlos Ahumada y algunos políticos mexicanos. Resulta que Ahumada le vendió a Carlos Salinas los videos en donde fue filmado con funcionarios del Gobierno del Distrito Federal y personajes perredistas en pleno acto de corrupción.
Además de que, según el empresario argentino, Enrique Peña Nieto fue uno de los políticos que le entregaron al empresario los 35 millones de pesos que Salinas pagó por los videos. ¡Que vulgar suciedad política!
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