La noticia es de risa loca: ¡Guadalupe Loaeza acepta ser candidata del PRD por una diputación federal!
El hecho, además de provocar hilaridad, sólo valdría para pensar en que su frivolidad no tiene límites y que su actitud de eterna adolescente (y ya está muuuy mayorcita) es la de “la niña bien” que juega a la protesta por un partido dizque “de izquierda” (si es que el PRD alguna vez ha sido “de izquierda”).
Y a pesar del tormento que es, ya no digo leer, sino simplemente hojear sus libros o escuchar por radio sus sandeces “literarias”, “culturales”, “sociológicas” o “lopezobreristas”, no deseo ignorarla en esta ocasión.
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