Leo los periódicos y busco información por Internet sobre la gravedad de la situación epidémica que vivimos en México, y mucho de lo que leo hace que inmediatamente surja en mi mente la pregunta: ¿Por qué algunos mexicanos sólo se sienten contentos, sado-masoquistamente contentos, si se explican tooodo lo negativo que pasa en el país desde las teorías de la conspiración? El virus porcino es una realidad a la que como sociedad debemos responder con sentido de realidad.
Lo primero es enfrentar el problema con buena información, y por ello considero que no se vale desinformar y aprovechar estos momentos para sacar resentimientos sociales o políticos. Me refiero a que como ciudadanos responsables debemos sumarnos para apoyar y acatar las medidas sanitarias preventivas y precautorias para impedir la proliferación del virus de la influenza. ¿Por qué escribo esto? Porque hay quienes desinforman y escriben en Internet que “la influenza porcina” es una exageración maquinada por las autoridades federales con objeto de crear una “cortina de humo” para crear pánico y distraer a la gente de la situación económica, para que el Congreso introduzca leyes antipopulares y, sobre todo, para ocultar el hecho de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) otorgará a nuestro país un préstamo multimillonario para “afrontar la crisis económica”....
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