domingo, 26 de abril de 2009

El burro hablando de orejas

De veras que los prisaurios no se miden. En un acto de amnesia política, el moconete de Enrique Peña Nieto le pidió al presidente dejar de lado la “parcialidad política” y la disputa en el plano electoral. Pues miren nada más quien habla: el peque prodigio del partido más trácala de nuestra historia.

No sé si la ignorancia de este chicuelo se deba a su juventud (¿o jumentud?) pero por lo visto no sabe que a su adorado PRI se le “cayó” el sistema en las elecciones de 1988, o que ellos son los inventores del famoso ratón loco, el carrusel, el embarazo de urnas y otras lindezas de alquimia electoral. Tales posturas son lo que llamo no tener madre, abuela ni nada que se le asemeje.

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