lunes, 27 de abril de 2009

Influenza en la zona del TLC I


De repente, esto de la influenza parece como de película hollywoodense.
Las alertas en cadena nacional, los avisos insertados en todos los programas de tv, las clases suspendidas, los cines y teatros cerrados, los estadios con partidos a puerta cerrada, las alarmantes noticias internacionales, la suspensión de vuelos al país…
Uff, es apocalíptico… justa para los amos de la meca del cine…
No es así (o quién sabe, gulp), pero imaginemos que, como en las cintas made in Gringolandia, un malvado tiene la culpa de la epidemia.
Que por esto y aquello, tal malhombre hubiera robado, inventado, comprado un virus temible para regarlo en el corazón del mundo: la próspera Comunidad del TLC, a la que odia por razones desconocidas y misteriosas…
(Algo así como si la solicitud del malvado tipo para vivir en tan distinguido lugar hubiera sido rechazada, por lo que tendría que conformarse con vivir en París o alguna de esas ciudades en decadencia, lo cual lo volvería get crazy o algo como si se tratara de un desempleado resentido, despedido de alguna eficiente, honesta y limpia transnacional oriunda de estos lares (como GlobalCemex o Televisa NBC) y, luego de un berrinche monumental, la tomara contra TODOS los habitantes de tan afortunada zona del mundo o lo que se les ocurra…el chiste es que estaba amuy resentido el angelito...).
El sujeto en cuestión contaría con una personalidad oscura, tendría anhelos turbios, deseos no probos y sentimientos encontrados, le iría al América o al Toluca, sería camaleónico (para sobrevivir a cualquier circunstancia y adaptarse a cualquier situación, algo así como Magneto, de los X-Men), tendría siempre a bellas mujeres a su lado, le consumiría una ambición desmesura y una avaricia voraz y se creería más guapo que el más guapo de los actores del momento.
Aunque esto último podría cambiarse por algo así: y se sentiría tan feo y desagradable, tan rechazado por todos, que odiaría al mundo. Su fealdad y putrefacción, evidentes en feas y gruesas arrugas, y actitudes asquerosas (moralmente, no sanitariamente), un cuerpo seboso y gesto de animal perseguido permanentemente, serían en realidad un espejo de su alma negra…
Nada que ver con el monstruo de la Bella y la Bestia…
CONTINUARÁ…

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